¿ QUE ES NOVIOLENCIA AHORA ?
NOVIOLENCIA AHORA Jerez es un colectivo pacifista de composición plural y que bajo el común denominador de la noviolencia como metodología y práctica de resolución de conflictos, pone en valor el pacifismo y el antimilitarismo desde el compromiso vital y cívico de sus participantes.
Las mujeres y hombres que componen Noviolencia Ahora Jerez construyen ciudadanía desde el prisma de la Noviolencia como forma de afrontar los conflcitos cotidianos vitales y sociales. Tienen una perspectiva glocal, actuando localmente y pensando globalmente. Creen que otro mundo es posible, pero está en este.
A Noviolencia Ahora Jerez, le gustan especialmente dos frases: "Ningún ejército defiende la paz", y "No hay camino para la paz, la paz es el camino". Le caen muy bien los hombres y mujeres vinculados al movimiento ecologista, por los derechos de la humanidad, movimiento LGTB, y movimiento feminista, pero con quien pasa más tiempo, y de quienes se siente más cerca, es con el movimiento pacifista y antimilitarista. Noviolencia Ahora, está AHORA construyendo sueños en la tierra conjuntamente con la R.A.N.A. - Red Antimilitarista y Noviolenta de Andalucía y la I.R.G. - Internacional de Resistentes a la Guerra-.
Noviolencia Ahora Jerez tiene alma de luciérnaga y espíritu de piedrita linda en el camino. Poco a poco nos irás conociendo... Te invitamos a acompañarnos. Te esperamos.
domingo, 10 de abril de 2011
NINGÚN PODER ES SOBERANO
Ahora que se aproxima el olor al incienso de Semana Santa, tufo que se hace intenso en nuestra ciudad de Jerez, me veo en la necesidad de alertar contra esa alteración de la conciencia que supone tanto fervor cofradiero.
Cree el sector católico de la ciudad que todo el mundo sigue su fe y va detrás de los pasos, que su fe es la “de aquí” y es la verdadera, que su “cristianismo” es el único posible, y que tiene derecho a monopolizar la calle, la prensa, la opinión pública, los recursos públicos y hasta el aire que respiramos. Gran error.
Porque también existimos los/las jerezanos/as que no desfilamos tras sus marchas cofrades, y que nos parece un atraso y una irracionalidad su empeño en reducir a Jerez a la penitencia y la idolatría.
Como jerezano ateo y anarquista, me duele profundamente que:
Un amplio sector de la sociedad jerezana dedique sus energías a la actividad cofrade (misas, procesiones, bandas, adoraciones...), mientras se muestra indiferente ante situaciones tan graves como el desempleo, la vivienda, el problema ecológico, la discriminación de la mujer, las desigualdades económicas, el militarismo... Resulta que va a ser cierto eso del “opio del pueblo”.
Este sector cofrade apoye ideas tan recalcitrantes como la homofobia, el antiabortismo, la familia tradicional, el poder del Papa, la discriminación de la mujer, el nacionalcatolicismo...
Muchos jóvenes tengan como único referente social la fe en la Virgen y el Señor, como si no hubiera causas por las que luchar ni motivaciones realmente vinculadas a sus necesidades.
La capacidad crítica y de pensamiento independiente sean tan escasos, pues mucha gente, en pleno siglo XXI, sigue creyendo en los milagros y en la existencia de salvadores, profetas, vírgenes y fuerzas teocráticas. O lo que es peor aún, que la creencia vaya dirigida hacia las imágenes de esos fenómenos, o sea, a la mera representación escultural de tan inconsistentes fenómenos místicos.
La clase política, supuesta representante de todos/as y no sólo de los/as católicos/as, se dedique a subvencionar, amparar y promover el mundo de las cofradías, pasándose por el forro la pretendida neutralidad del Estado en materia religiosa. La habitual participación de representantes municipales en actos cofrades indica con claridad su vinculación a este sector religioso conservador, ratificando el histórico pacto entre el Poder estatal y la Iglesia.
Los “capillitas” (nombre que se suele utilizar para referirse a los adictos a la Semana Santa) sean un auténtico “lobby”, o sea, un grupo de poder no legitimado que consigue apoyo de la clase política para obtener recursos que les favorecen: calles para instalar sus palcos de pago (que recauda la Unión de Hermandades), suelo público cedido para Casas de Hermandad, ayudas económicas, locales de titularidad pública, financiación de las Cajas de Ahorro, espacios en los medios de comunicación dependientes de las administraciones, etc.
Me resisto a claudicar ante ese afán que algunos tienen en reducir a mi localidad en el “Jerez cofrade”, como si no existieran otras identidades culturales y tradiciones: el Jerez obrero y libertario, el Jerez de otras confesiones religiosas y tendencias espirituales (protestantes, musulmanes, masones...), el Jerez carnavalesco, el Jerez laico, el Jerez de la diversidad sexual y antipatriarcal, el Jerez de los/las que se escapan durante la Semana Santa porque no soportan tanto cirio y tanto paso de palio...
En mi barrio de la periferia, La Granja, donde no había tradición cofradiera, se ha instalado hace unos años una cofradía de nombre sintomático: el Soberano Poder. Trasladados de otra zona de la ciudad, apoyados totalmente por la parroquia y la jerarquía católica local y admitidos por el sector del barrio más amante de las tradiciones, esta Hermandad se ha visto agasajada con un valioso regalo del gobierno municipal: un fantástico solar de 500 metros cuadrados de suelo público (donde iba proyectado un espacio para el juego infantil) para que construya su Casa de Hermandad.
Soberano Poder se llama. Como si el Poder tuviese soberanía alguna. Como si su matrimonio con el Poder local no fuese evidente, para reforzar su propio poder. Estrategias de poder que sabe desarrollar la Iglesia Católica desde hace dos mil años, para seguir dominando las mentes de las personas y seguir acumulando recursos.
¿Acaso algún Poder es soberano?. Todo Poder se ha construido a partir de la rapiña, el egoísmo y la mentira, y sobre la ignorancia de la mayoría. Sea político, religioso o económico, el Poder busca legitimarse diciendo que es soberano, para ocultar las relaciones de dominio que impone. Ni al Papa lo ha elegido Dios, ni Dios es sagrado más que por que él mismo lo dice. Ni el Estado nace de la voluntad popular, ni el Capital se ha constituido por que a la mayoría le haya parecido buenas sus reglas. Ni la Virgen, ni el Cristo, ni la Patria, ni Dios son soberanos; son sólo fraudes que buscan embaucar a las masas para que unos cuantos sigan acaparando poder, ese Poder que tanto reclaman para sí a base de ningunear a otros.
Ojalá esta Semana Santa caiga una buena lluvia que disuelva todo Poder y nos despeje la mente.
FRANCISCO JOSÉ CUEVAS NOA
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