Decenas de miles de desplazados, defensores de los derechos humanos perseguidos, siembra de minas terrestres en las fronteras del país, víctimas diarias que caen por la acción criminal de la dictadura, pero también de grupos armados que provocan luchas fraticidas, mientras el mundo se sienta ante esta tragedia como un espectador que ve una película de terror. Y que demuestran dramáticamente la voluntad de este pueblo de luchar por su libertad y su dignidad.
Por otra parte Rusia, China e Irán están apoyando al régimen sirio. Moscú porque en este país tiene su única base militar en todo el Mediterráneo; Pekín porque es aliado estratégico de Irán y porque disfruta de muchas ventajas en torno al petróleo iraní y sirio, cosa vital para sacar adelante su proyecto del Consenso de Beijing 2027; y para Teherán, es cuestión de vida o muerte no perder influencia en la zona no sólo para expandir su proyecto de Luna Chií, sino también ante las amenazas de un posible bombardeo occidental por su programa nuclear.
En resumen, este complicado mosaico de intereses que enmascara muchos conflictos como en un delirante juego de espejos, está aumentando las posibilidades de la explosión de una guerra étnica y civil, al tiempo que el régimen sigue masacrando a su propio pueblo. Una guerra que puede desembocar en un conflicto regional muy peligroso para la paz mundial.
Y, como siempre, el gran perdedor de esta batalla sería el pueblo sirio y los pueblos de la zona. Hacemos hincapié en la situación de los damnificados, de las víctimas civiles, muchos de ellos mujeres y niños, y de los defensores de los derechos humanos perseguidos. Queremos, como todas las organizaciones humanitarias, que pare la violación gravísima de los derechos humanos, la violencia sin fin contra la población civil y que se habiliten mecanismos legítimos para que esta violencia pare de inmediato. Mecanismos que en ningún caso creemos que deban ser la intervención militar o el armamento de los rebeldes, que, en ambos casos agravaría la situación en una espiral de violencia sin salida.
Instamos al gobierno de Siria a que ponga fin inmediato a todas las violaciones de derechos humanos y a los ataques contra civiles y que garantice las manifestaciones pacíficas;
Hacemos un llamamiento a todas las partes involucradas para que de inmediato renuncien a la violencia y cesen todo ataque violento o represalia;
Exigimos la liberación de todos los presos políticos y personas detenidas arbitrariamente debido a los recientes incidentes;
Hacemos un llamamiento a las autoridades de Siria para que permitan el acceso seguro y sin obstáculos de las organizaciones humanitarias, las organizaciones de derechos humanos, y los medios de comunicación nacionales e internacionales;
Planteamos la implicación de la sociedad civil en apoyo a la lucha del pueblo sirio por su libertad y contra la dictadura de Bachar El Asad.
Exigimos la no intervención militar, directa o indirecta, de Estados Unidos, Israel, la Unión Europea y sus aliados, o de Rusia o Irán por el otro lado, posibilitando la resolución pacífica del conflicto por parte del propio pueblo sirio, no atizando el desarrollo de una guerra civil y cortando el flujo de armas a la zona, evitando así anteponer mezquinos intereses geoestratégicos al respeto y la defensa de la vida.
Confederación General del Trabajo (CGT-Cádiz), Ecologistas en Acción-Cádiz, Noviolencia Ahora (Jerez), AA-MOC-ELAIA (Pto. de Sta María), Madres contra las Drogas ANDAD (Pto. de Sta. María), RANA-Algeciras y Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Delegación de Cádiz)
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